LA CONCEPCIÓN
En uno de los costados se localiza
el oratorio, donde se encuentra el cuadro que representa al Señor de la Justicia,
al cual se la atribuyen muchos milagros.
El templo de estilo gótico de la Concepción adorna esta pintoresca plaza. Junto a este se halla
el Convento de las Madres Conceptos y el oratorio del señor de la Justicia.
Este templo posee un estilo neogótico, se destacan las ventanas en forma
de ojivas y la construcción de la edificación es de piedra y ladrillo visto.
Pertenece al Monasterio de religiosas concepcionistas. Constituye una belleza
arquitectónica y de gran valor cultural.
La Concepción es una iglesia construida bajo los preceptos del estilo gótico. Los detalles
empinados confieren sentimiento de espiritualidad. Los pináculos parecen querer tocar el cielo
empinados confieren sentimiento de espiritualidad. Los pináculos parecen querer tocar el cielo
La
historia del Monasterio e Iglesia de la Inmaculada Concepción se
remonta al año 1605.En esa época llegó a Riobamba el piadoso Juan de la
Cruz Gavilanes, quien consiguió que el cabildo solicitara al Obispo de
Quito, Fray Luis López de Solís, el permiso para la fundación de la
orden.
El
prelado aceptó e inmediatamente envió a la villa, asentada en Sicalpa,
a la Madre María de los Ángeles como abadesa y a tres religiosas para
la fundación del Monasterio, hecho que se ejecutó el 22 de junio de
1605.
La
orden se consolidó en casi doscientos años hasta que el terremoto de
1797 destruyó la edificación, mató a la mitad de la comunidad y provocó
el exilio de las sobrevivientes hacia el Convento del Carmen en Quito.
En
“Memoria de la Diócesis de Riobamba”, escrita por Juan Félix Proaño, se
registra que ya asentada la nueva ciudad, en 1799, el cabildo concedió
una gran cantidad de terreno para las conceptos y los moradores
construyeron celdas pequeñas de paja, que recibieron a las 13
religiosas enviadas desde Quito el 22 de septiembre de 1800.
La
desgracia no estuvo exenta en esta nueva etapa, pues nueve años después
las celdas se incendiaron, y debieron construirse casas pequeñas
separadas. El primer obispo de Riobamba, José Ordóñez, ordenó la
edificación del claustro principal.
El
8 de diciembre de 1890 se incendió la iglesia del Monasterio y
desapareció la techumbre; gracias a la intervención de los moradores de
Riobamba se pudo evitar la desaparición del resto del claustro y las
efigies del Señor del Buen Suceso y de la Inmaculada.
De
forma urgente se inició la construcción del nuevo templo, de estilo
gótico, que hoy existe. El pueblo de Riobamba y las parroquias vecinas
acudieron durante algún tiempo acarreando piedras y otros materiales
para la obra. Los planos de la iglesia fueron trazados por el hermano
jesuita Ramón Lecanda.
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